Madre
María Luisa, ya desde pequeña, tiene la gracia de un contacto cotidiano y
espontáneo con Jesús. Jesús es su amigo, llega a ser su amor y será su amado.
El coloquio con Él es habitual. Coloquio de amistad sincera, de amor entregado,
de identificación más total, de seguimiento hasta la muerte. Siempre es un
coloquio desde su vida.
Si recorremos toda su vida, siempre están
presentes unas realidades más relevantes, que, desde esta perspectiva, quedan
constituidas en kairos o claves de su experiencia espiritual. Se ve como madura
y ora desde la realidad. En sus escritos de más altura mística, se ve
claramente que la Sierva de Dios no es una “mística desde la naturaleza”, sino
una “mística desde la historia”.
" ¡Jesús mío! Que un solo amor una nuestros corazones.
¡Tu amor! Con él podremos arrostrar cuantos embates nos dé la vida. Con él será
verdadera nuestra santidad. ¡Escucha mi oración!Compañía muy conocida".
"Nuestros corazones serán para Ti,
como un arca cerrada donde se conserve,
lo más exquisito
de nuestra oración".
La Sierva de Dios, Madre María Luisa trata
de estar siempre en la presencia de Dios, encontrándose con Él en la vida y en
las lecturas para la vida. Utilizará diversos modos para avivar esa presencia y
ese encuentro en las situaciones más cotidianas.
En sus CARTAS escribe diversas invocaciones
según la situación concreta que vive, pero siempre escribe al comienzo una
jaculatoria que resume su espiritualidad: “Jesús
Misericordioso inflame nuestros corazones en Su Sacratísimo y Santo Amor”.
Oremos
Señor, estamos ante tu presencia.
Te alabamos y glorificamos!!!
Te ponemos en tus manos nuestras vidas,
ya las tienes y nos Bendices... Siempre...
Hoy se nos queda la boca sencillamente
en silencio, ante todo lo que pasa en el mundo.
Pero Tu que conoces las necesidades
Tu que conoces nuestros pensamientos
atiende tantas y tantas súplicas.
Los sufrimientos, adversidades, incomprensiones
Todo Señor
Todo a tus santos pies.
Todo te lo elevamos, Señor,
para que seas Tu el que intervenga en cada
situación en particular.
Que seas Tu con tu Santa Madre
y nuestra intercesora
Madre María Luisa
quienes nos animen y nos ayuden
a encontrar esas respuestas o salidas
a los problemas...(necesidades)
Te ponemos en estos momentos el sufrimiento
de todas las personas donde el paso
de los Huracanes y Terremotos
han tocado y destruido.
Repone los ánimos y fuerzas a tantos
que están sufriendo por perdidas
humanas y materiales.
Que tu Amor se infunda sobre todos
y la Paz, alegría y Solidaridad
brote en los corazones de todos.
Tu Señor que nos amas y nos protege...
Gracias Señor... porque Tu estás
Tú estás siempre a nuestro lado.
Amén.
Por los que se han marchado a
la casa de Padre...
Paz y fortaleza para sus Familiares y Amigos.