Victima de Amor y Misionera....

María Luisa Zancajo expresa esta visión de manera trasversal a lo largo de toda su vida y de todos sus escritos. Como ejemplos, cuando habla de ser “depósito del Amor de Dios” para desbordarlo hacia los demás.
“Que el amor divino nos abrase y consuma, 
que nuestros corazones sean depósitos 
que se desborden en los 
corazones de nuestros hermanos.”
La misión como desbordamiento de amor:
“¡Qué esfuerzos tengo que hacer para no gritar!... correría por el mundo entero prego­nando las grandezas de Jesús, pues siento desbordarse mi alma en ansias de darle a conocer”.

La víctima de amor se constituye en un depósito del Amor misericordioso de Dios. Es la imagen del depósito que se inunda del Amor misericordioso de Dios y que se desborda en amor compasivo hacia los “pobres”. Es la miseri-cordia divina que se concreta como compasión y que se debe realizar en la víctima de amor. Es la realización del ideal evangélico: “sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo” (Lc 6,36).   

“De esta forma quedarán vuestros corazones constitui­dos en depósitos de mi Amor Misericordioso, y al com­pás de vuestros sufrimientos, sabréis compadecer con amor siempre compasivo, las dolencias de vuestros hermanos los pobres pecadores”.

Manifestando ese Amor en los demás a través de la Misión...