A 66 años de su muerte
Madre María Luisa
...sigue vive en la memoria de sus Hijas
Misioneras de la Caridad y la Providencia
y todos los que se han unido a este Carisma
"Víctimas de Amor"
Felicidades Hermanas, Fraternidad de Hermanos
Laicos y Familiares
Nuestra fundadora desde el Cielo ....
Intercede por todos Nosotros.
Minibiografía
Vela por todos desde el Cielo
y sigue rogando por nosotros aquí en la tierra
queremos seguir tus huellas...
Huellas de Amor y Mansedumbre
Huellas de Misericordia
Correspondiendo a tu Amado
a Jesús tu Esposo...
Nuestro Señor....
Intercede ante Él por la gracia que
necesitamos.........................
Madre María Luisa... Ruega por Nosotros.
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Documentos de la Causa de la Sierva de Dios Madre María Luisa
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Fragmento del Testimonio
de Madre María Jesús Huerta
"Me
dio consejos y enseñanzas para seguir la dirección de la Congregación y el
trato con la Hermanas. Como yo no creía en su muerte tan cercana, de algunas
cosas me reía, sin tomarlo en serio; pero ella me decía: “No se ría, que ya lo
verá”… Donde ya no me reí, fue cuando me dijo “que a la que más había querido
siempre, había sido a mí”. Me vino a la mente todo cuanto había tenido que
sufrir por su mediación. (Pues nunca, a pesar de haber sido amigas, se
consintió nada) y le dije: “Me lo podía haber dicho antes, pues siempre he
creído, que a la que más apreciaba, era a la Hermana…” Volvió a decirme: “Pues
no, siempre ha sido a S.R.”… ¿Cómo era posible si nunca me lo manifestó? Estaba
moribunda, y me lo creí de veras.
Esta fue la última conversación que
tuvo en la tierra. Yo fui la que oyó sus palabras moribundas y que ahora,
cuando lo recuerdo, tanto me alegra y agradezco a Dios ese favor que hizo
conmigo.
El médico estaba desconcertado, pues
cada día que llegaba a visitarla veía que así no podía vivir. Le hicieron una
sangría, pero fue inútil. Ocho días enteros estuvo en estado de coma.
Llamamos a Padre Manuel que llegó
con el Padre Roberto y, esta vez no reaccionó como otras veces había ocurrido.
El día 5 de junio, después de haber
estado velándola como todas las noches, a las siete y media de la mañana, abrió
los ojos por espacio de unos segundos, miró la imagen del Corazón de Jesús que
había enfrente y ya los cerró para siempre. Estaba realmente muerta, pero, como
tantas veces la habíamos visto así y después había vuelto a la vida, yo
esperaba que en este caso iba a ocurrir igual. Una Hermana me decía: “Tenemos
que amortajarla porque se está enfriando”, “Qué barbaridad, qué palabra - decía
yo - ¡Qué falta de fe, no tiene confianza en Dios!, espere y ya verá”. Pero la
Hermana insistía y yo me obstinaba en lo mismo. Al fin hubo que hacerlo. ¡Qué
trance tan doloroso para nosotras! Se nos iba todo con ella.
Para que nos convenciéramos bien de
su muerte, estuvo de cuerpo presente más de 35 horas. Fue un entierro muy
concurrido y eso que muchos no sabían que había estado enferma. ¡Nos quedó un
vacío muy grande! Parecíamos ovejas sin pastor, ¡tanto que nos había anunciado
su muerte y tan poco que lo habíamos creído!
Vídeo de Testimonio de Hermana Carmen que estuvo en el momento de su muerte...
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Iniciamos Junio y el mes
de nuestro Amado
Corazón de Jesús